Además del sistema de control de paso en las palas del rotor, una planta eólica cuenta con un freno mecánico presurizado entre la caja de cambios y el generador, que detiene rápidamente la turbina en emergencias o mantenimiento. Este freno de disco funciona de manera similar al freno de un coche y se activa cuando el freno aerodinámico no es suficiente para detener la planta.