Para el transporte de petróleo o gas licuado se utilizan tanques esféricos, que sobresalen de la cubierta del buque cisterna hasta la mitad. Debido a las elevadas cargas de presión y temperatura que afectan a los materiales, los tanques son de acero inoxidable especial y están aislados del casco. La tecnología de medición y control aplicada debe contar con homologaciones tanto para aplicaciones marinas como para riesgo de explosión.