En los sistemas de aire acondicionado, el intercambio de calor se realiza a través de un líquido, normalmente agua. Para garantizar que el sistema tenga siempre una cantidad suficiente de líquido, es necesario controlar permanentemente el nivel y conmutar las alarmas o las bombas en consecuencia cuando se alcanzan niveles puntuales. Para ello se necesitan aparatos de medición fiables con la correspondiente homologación para la industria ferroviaria.