La temperatura correcta durante la maduración de la carne o el cumplimiento de la cadena de frío es un parámetro de calidad importante en la fabricación de productos cárnicos. Una temperatura excesiva acelera el deterioro de la carne y puede provocar una rápida proliferación de bacterias nocivas. Por otra parte, una temperatura demasiado baja puede causar una pérdida de calidad debido a la quemadura por congelación.